No logro abandonar la idea de lo alto que me han puesto el listón mis cuñadas con sus hijos tan rebonicos. El que más cercano me pilla por sangre y por cariño es el hijo de mi hermano, G. Ese niño es insuperable; tan hermoso, buenazo y salao. Ya, no hay que comparar, pero con un modelo tan inalcanzable, cualquiera no siente un poco de respeto... Al pobre Guisantito siempre le enseño fotos de su primo y le muestro vídeos de sus primeros gorgojeos, gateos y risas repitiéndole que no hace falta que sea tan mono, pero sí tan simpático y buenote. Sé que querré a mi pequeño con un amor infinito, pero, ¿seré capaz de no caer en las comparaciones?
Con el rol de madre me ocurre otro tanto. Ser primeriza no ayuda y tiendo a comparar lo que considero que voy a ser con lo que he conocido en mi círculo más cercano. Mi madre, por ejemplo, es otro modelo insuperable: trabajadora superwoman, siempre creativa y práctica, siempre original y divertida.
Suerte que existen libros para relajar las tensiones de las expectativas inalcanzables de las preñis inseguras. Esta magnífica edición de Cuento de luz (editorial luminosa donde las haya, con historias siempre originales y humanas) me ayudará en los momentos en los que no alcance el nivel que me marque. Y es que frecuentemente me propongo metas demasiado altas, para qué voy a engañarme, eso siempre produce frustraciones. ¿Y como mami? ¿Estaré a la altura de las necesidades de Guisantito? ¿Y la de mis propias metas?
La gallina Cocorina, la pobre, es torpe, gafe y despistada. Ya de primeras puso los huevos de sus hijitos al revés saliendo los pequeños a traspiés y llenos de chichones. Como gorda no puedo alejar por siempre la expectativa del parto y las inseguridades que ese momento acarrea. Intento apartar de mi mente cualquier idea que me sitúe como una cocorina patosa y sin instinto, pero no siempre es posible anular las preguntas de "¿Seré capaz? ¿Lo haré bien?" Ya, millones de mujeres lo hicieron antes y con menos medios. Yo estoy en plena forma (obviemos por hoy las ciáticas pasajeras y las dificultades respiratorias) y sucintamente informada de las medidas y posibilidades del momento. ¿Qué más puedo pedir? Hasta mi propio subconsciente me manda mensajes tranquilizadores en forma de sueños de partos perfectos y sin complicaciones.
Cocorina no sabrá cantar (ni yo), no sabrá poner correctamente los huevos (¡y quién sabe!), se olvida de buscar a sus hijos mientras juega al escondite , pero para un hijo, ¿quién hay mejor que su mamá/papá? Me ha gustado este libro, mucho mucho. Ya está bien de representaciones de mamis perfectas que hacen bizcochos perfectos y les queda siempre la colada perfecta, ¡vivan las mamis despistadas que cuelan calcetines rojos entre la ropa blanca y se inventan cuentos horrorosos para hacer dormir!
El maravilloso texto rimado de Mar Pavón está deliciosamente ilustrado con los divertidos pollitos de Mónica Carretero (¡me encantan estos pollos!). Cocorina aparece ante el lector como una gordita torpona con unos trazos tan simpáticos que se le coge cariño desde la primera página. La originalidad del libro no sólo radica entonces en el tratamiento de la aceptación de las imperfecciones, también en ciertos dibujos de Carretero que no dejan de sorprender. Siempre bien imbricadas al texto, las ilustraciones rebosan una sublime imaginación, como esa regordeta luna con orejeras que teje un agujero negro.
Hablamos de imperfecciones, así que quien encuentre alguna en este libro que me lo haga saber, pues yo no las encuentro.
Marta, querrás tanto a Guisantito, lo cuidarás lo mejor que sepas, le protegerás de todo mal, le educarás en el amor y el respeto... y si... haciéndolo así, ¡lo harás genial! como debe ser... siendo entonces ¡la mejor mamá para él! :)
ResponderEliminarwww.monicaroca.blogspot.com
Gracias, Mònica por tus ánimos.
ResponderEliminarEso deseo: ser una buena madre no sólo una planta de guisantes. ;)
Mmmm Genial... apenas observé este enlace... me agrada; las madres somos sólo eso... "mamás"... con miedos, con desordenes emocionales; y los hijos crecen, crecen y nosotras seguimos siendo mamás por siempre... toda la vida... soy mamá, soy mamá gallina; y como muchas diré ... tengo el mejor de los hijos... ese hombre me toco tener... ese hombre que miro los días que puedo ... es quien me hace latir... por siempre... imperfecta... como todas...
ResponderEliminarPatri:
ResponderEliminar¡En esta entrada no has puesto música!
¿Cómo que no hay música? ¿No escucháis el ronroneo del Guisantito? Yo, perfectamente. Se le oye llegar.
ResponderEliminarme parece ser un poquito igual pero con una gran diferecia que aunque yo tenga garbancitos nunca los conpararia porque dios no nos izo perfectos
ResponderEliminarY el hipo de Guisantito. ¿Alguien lo ha oído?
ResponderEliminarTio Guisante (y Papi de G.):
ResponderEliminarestoy la mar de tranquilo de como mama guisante va a criar al pequeño guisantito. Nunca he tenido duda alguna sobre la supermami que vas a ser desde el momento que le veas asomar la nariz por este mundo!!
Una teoria de la HArvard University mantiene que desde el momento que la madre da a luz, un poder sobrenatural y mas que todopoderoso aparece como por arte de magia en la mujer convirtiendola en ese super ente de otra galaxia capaz de realizar todas y cada una de las labores maternales como si fuera lo único que ha hecho hasta entonce. Algunos le llaman el Mamma POWER!! Yo le llamo simplemente: MAMIS!!!
PD: Primo Guisante (G. Z.) pregunta si le dejaras jugar con Guisantito a la pelota en el jardin de la playa de Abuelo guisante este verano.
Hola Marta!
ResponderEliminarComo madre de Gonzalo y tia de guisantito te digo que seras una madre genial!
Como madre primeriza he decubierto que no importa que hacer o que decir solo importa que sea feliz.
Su felicidad te contagiara de una inmensa ternura y todo lo haras con mucho mas cariño!!!
Besalo mucho, acraricialo mucho, mimalo mucho...ellos son muy inteligentes y te sabra recompensar.
Disfruta del momento!
Eres muy hermoso, brother. Gracias mil por tu cariño.
ResponderEliminarG. y Guisantito se lo van a pasar pipa este verano. Lástima que G. pueda bañarse en la playa y Guisantito no, pero el verano próximo va a ser divertidísimo con los dos peques haciendo el fiera entre la orilla.
Un besazo, bonico.
Abuelito Guisante (y Papi de Tío Guisante) :
ResponderEliminarEl estimulante comentario de Tío Guisante, me ha animado a intervenir siguiendo su línea de pensamiento. Yo diría que esa fuerza sobrenatural emana de la capacidad de AMAR de las madres.
Como señala Alison Gopnik especialista en Psicología Infantil, los fascinantes procesos de cambio y aprendizaje de los bebés, dependen en última instancia del amor.
Los cuidadores humanos, y con esta expresión, incluyo deliberadamente a Papá Guisante, quieren a sus bebés de una manera particularmente intensa y significativa.
El amor de los padres no es sólo un instinto primitivo y primordial, es mucho más, y desempeña un papel decisivo en la aparición y desarrollo en los niños de las capacidades más sofisticadas y más característicamente humanas.
Silvina De Mattey (una gallina algo Cocorina)
ResponderEliminarNo soporto a las madres superadas, que solo hablan de lo perfectas y organizadas que son, y dicen siempre: !Ah, no, yo en cambio...bla, bla, bla, o, mi hijo en cambio...bla, bla, bla, y tienen, tooooodo bajo control!!!!
Sólo tengo que ver a Marta con mis hijos para saber qué madre será. Me emociona y me hace sentir muy dichoso. Soy feliz por el privilegio de poder convivir con esta mujer. No podría haber imaginado mayor gozo ni en mis mayores sueños de juventud.
ResponderEliminarEXCELENTE!!!!!!!!!!!!! GRACIAS POR COMPARTIR TANTA MARAVILLA!!!1
ResponderEliminarEXCELENTE!!!!!!!!!!!!! GRACIAS POR TANTA MARAVILLA Y TERNURA!!
ResponderEliminarQue lindo cuento!además, a profesores y padres siempre le viene bien tener algú lugar de consulta donde poder encontrar libros entretenidos para los niños. Por si os interesa, he aquí un Concurso para ganar un lote de libros infantiles muy chulis de Barbara Fiore.
ResponderEliminarMi profundo conocimiento de mami guisantita antes y después del parto me llevan a la conclusión de que Guisantito ha tenido una suerte inmensa, que se va a divertir muchísimo, que va a ver cada dia el amor reflejado en la cara y en la sonrisa inmensa y explosiva de su mami, que es lo mejor que le puede pasar, y que la lechecilla que le fabrica es demasiado nutritiva para ciertos estomaguitos delicados que acusaron ciertos desarreglos últimamente, jeje...
ResponderEliminarYo, la verdad es que, desde que me quedé embarazada por primera vez, he sentido, de manera mágica que se materializaba algo que ya estaba en mi, MI GRAN AMIGA LA MATERNIDAD,
ResponderEliminarla he tenido tan cerca siempre, sino por mamá por la abuela y sino por
esa mamá interior que uno descubre ,aunque a veces parezca demasiado joven, delante de personas maravillosas que acaban dejando huella con todo el dolor que conlleva cualquier ápice de felicidad
que me veía, y aún me veo , perfectamente capaz de saber ser una buena mamá, con los ojos cerrados incluso,
y ademas tenia claro que haría las cosas como la mama interior que llevo desease, a pesar de lo que en otras yo hubiese visto, y sobretodo intuyese,
con los años veo que jamas me faltó intuición´o asi lo creo,de lo cual no podría mas que sentirme afortunada,
cierto es que ademas tampoco me faltó cariño que ofrecer ni con el que escuchar ni valor para decir -No, cariño, eso no- , ni ilusión para decir si, adelante , lo que no quiera a Diós que Diós lo espante,
creatividad para entender su silencio, su risa, su enojo
y esos monologos y coversaciones ultrapersonales de esta pequeña y gran princesa indomable, que justamente mañana hace cumple 6 años,
reconozco que hay todo un mundo, del cual que creo ya conocer ciertas cualidades bastante bien, aunque nunca y espero que jamas del todo,
en el que considerarme lo suficientemente impotente e insuficiente como para abrir un camino que no se limite a un mundo de solo sueños y donde vivir de forma satisfactoria como para poder guiar a la princesa sin vernos obligadas a ir de la mano y por donde acceder sin miedo y con la certeza de estar pasando por un camino que considere que está a la altura de la maravilla de ser que veo en ella cuando la miro,
un ser que se merece todos los sueños y todos los mundos de este mundo, al igual que cualquier otro niño maravilloso del mundo.
Resumiendo no me considero una madre ni perfecta ni imperfecta, creo y siempre he creido y ojala así lo siga creyendo que soy una buena madre y precisamente por esto lo que dolorosa e insistentemente me preocupa es este mundo, nuestro mundo. ANIMO A TODAS LAS MAMAS Y UN BESO MUY FUERTE PARA TODAS Y TODOS VUESTROS GUISANTITOS Y GUISANTES PORQUE SI DIOS QUIERE UN DIA HABRAN CRECIDO Y OJALA NUNCA DEL TODO PORQUE VIVIR ES HERMOSO.MUAAAAAAAAAAAA