miércoles

Mamás gatos y abuelos despistados

En el fondo sé que no es éste el lugar donde reseñar los dos libros de hoy, pero si tenemos en cuenta la finalidad del blog, servir de diario de lecturas y como desahogo a una madre primeriza, creo que por fin me decido a dar cuenta de dos álbumes ilustrados cuya autora firma al mismo tiempo esta reseña.

Todo ha ido muy rápido a pesar de haber escrito el primero de los textos hace más de cuatro años. Gracias a este blog, Mamá Luz (Ana Eulate) se puso en contacto conmigo para trabajar juntas. La alianza ha dado sus frutos y la semana pasada recibía las pruebas de dos álbumes ilustrados editados con mimo por  Cuento de Luz .

El primero en comenzar a ilustrarse fue "Los despistes del abuelo Pedro". El elegido para agrandar la idea primitiva fue Miguel Ángel Díez, genial ilustrador que, con paciencia y gran tino, ha construido los rostros de Óscar, su abuelo, la mamá y el genial gato Gárgamel.  Cierto aire nórdico, caras que enlazan varios planos al mismo tiempo, detalles cuidadosamente confeccionados, colores otoñales intensos y espacios originalmente presentados, ponen cara a un texto que siempre quise ver en papel. Creo que Mamá Luz acertó en enlazar el texto original con los pinceles de un artistazo como Díez. A partir de ahora, Óscar tiene rostro, el que quiso elegirle este maravilloso alicantino cuyos ocres, azules y verdes me han enamorado. Y es que si alguna vez habéis pensado que no había posibilidad de nuevos colores en el mundo os equivocabais, Miguel Ángel sabe dar granates que recogen desde el naranja del amanecer hasta el pudor de un sonrojo, verdes donde duermen pájaros insomnes y azules donde se encuentran todos los océanos posibles. Alucinante.

En la contraportada de la cuidada edición podemos leer el siguiente resumen:


Mi abuelo Pedro está un poco despistado: mete el pollo en la lavadora, confunde toallas con servilletas, guantes con calcetines, ¡y hasta se olvida muchas veces de mi nombre! Para evitar que el mal vaya a mayores ha venido a vivir a nuestra casa. Me alegra que esté con nosotros, aunque ya me he metido en más de un lío por intentar ayudarle. Pero haría lo que fuera para que mi abuelo no olvidase las cosas. Lo que fuera.
Y vosotros, ¿qué haríais por aquellos que queréis? La pérdida de memoria afecta a un gran número de ancianos. El cariño y la comprensión son la mejor manera de sobrellevar esta dolencia. ¿Qué mejor apoyo que la ayuda de un nieto travieso? En Los despistes del abuelo Pedro la enfermedad es enfocada desde el sentido del humor pues, ante los obstáculos, la mejor compañía es siempre una sonrisa.
Si alguien está interesado pero prefiere leerlo en inglés aquí encontráis algunas páginas completas.


Ya, lo sé, lo sé.
Os mencionaba dos álbumes, sí. Uno, ya lo estáis conociendo, se titula en inglés "Grandpa Monty´s muddles" (me encanta cómo queda el nuevo nombre al rostro pintado por Miguel Ángel).
El segundo es "Hijito pollito" y cuenta con una puesta en escena muy diferente. Nora Hilb, conocida ilustradora argentina que tomó una acertada decisión: elegir los lápices de colores como método para dar vida a los lindos personajes de este cuento. La dulzura que brota de los peculiares trazos del lápiz, el blanco que domina limpio e ingenuo el total de la página, las composiciones armónicas de Nora y sus divertidos detalles, hacen de la parte visual de este libro su punto fuerte. Desde que me llegó "Hijito pollito" no me canso de mirar al pequeño pollo y a su mamá gato. ¿Cómo? ¿Que no puede tener una mamá gato un lindo pollito? ¡Claro que sí! Os lo cuento ya mismo:


Es cierto que la mayoría de pollitos tienen mamás gallina, que los perritos tienen papás perro, los elefantes familias elefante y las hormigas hijas hormiga, pero hay familias diferentes. La mía, por ejemplo. ¡Ser diferente es genial! Yo soy un pollito y mi mamá es una gata. ¡Y me encanta! Pocos comprenden que para mí tener una mamá gata es lo más divertido del mundo. Mamá trota, tiene bigotitos con los que me hace cosquillas, una cola preciosa y un pelo muy muy suave. ¿Qué más podría pedir? ¿Queréis conocer mi historia?
Hijito Pollito es un cuento que aborda la diversidad desde el sentido del humor. Un cuento que sensibiliza sobre el derecho del niño a tener una familia basada en un amor que sobrepase el color de la piel, las diferencias y las fronteras.

Y sí, claro que "Hijito pollito" está editado también en inglés. Para quien no lo sepa contaré que Cuento de Luz, además de distribuir bajo pedido por Internet, tiene sus libros disponibles en América Latina, Estados Unidos, Canadá y por supuesto también en España. Y es que aunque joven, esta editorial sabe lo que hace. Ya ha recibido premios en Inglaterra y EEUU y a saber qué más éxitos va a labrar en el futuro. Me alegra enormemente poder colaborar con gente tan animosa y emprendedora.



lunes

Agujeritos


Guisantito tiene ya once meses. Este fin de semana comenzó a salirle el tercer diente de abajo y a dar sus primeros pasitos. Esta tarde caminaba tres, cuatro y hasta cinco pasos desde su papá hasta su mamá, daba palmitas, se giraba y vuelta a empezar. Estaba para comérselo. Es normal que con tanta emoción no haya querido dormir siesta alguna. Ahora que ya pasan quince minutos de las ocho de la noche, su padre intenta dormirlo tras la gran hazaña (y ración doble de potito y leche) mientras su madre intenta apaciguar una enorme contractura en la espalda.

Siguen pasando los meses y cada día sigue sorprendiéndonos el pequeño Álvaro con gestos, inquietudes y reacciones. Su miradita de pillastre lo vende como un futuro gamberrete. Los avispados ojos como un tío despierto y vivaz. Su cuerpecillo ágil e inquieto como un puro nervio lleno de curiosidad. No vamos a aburrirnos en los años que vendrán, qué duda cabe.

El orgullo de sus padres sigue hinchándose como un pavo real cuando agarra uno de sus pequeños libros, se sienta y comienza a hojearlo. Bien a veces las páginas cuelgan boca abajo, pero es tan tierno ver el interés que le pone, cómo pasa las hojitas (no siempre de una en una, para qué mentir) y qué decir de cómo busca con sus deditos los detalles de los personajes ilustrados... Ay.

Intento dejar siempre a su alcance libros que no pueda romper ni que le puedan hacer daño. Sobra detallar aquí que los libros con pestañas frágiles o páginas finas (fácilmente rompibles) quedan fuera de su alcance para leerlos sólo con atenta supervisión de sus papis para evitar mordiscos de páginas y tirones en las solapas. Uno de los últimos en llegar a su rincón de lectura es "¡Juega con la mariposa y sus amigos!", de la colección Dedos mágicos de Bruño. Este volumen resulta muy cómodo para los pequeños por su tamaño manejable y formas redondeadas (siempre hay que llevar mil ojos con las esquinitas y filos: la primera herida de guerra del pequeño fue con la página de un enorme libro). La forma de una mariposa marca el diseño total del libro, cuyas tiernas ilustraciones han llamado rápidamente la atención de Álvaro.

Aunque no sabe reproducir los sonidos de los animales ni tampoco nombrarlos como hace mi sobrino G. con cada uno de los animales de Noé, Guisantito mira atentamente cualquier bicho a su alcance, ya sea ilustrado o real. En este título de Dedos mágicos encontramos mariquitas, caracoles, un gatito, un perro monísimo, abejas mayas, un pez, una oveja, un gallo con su pollito, un simpático mono y un redondo elefante. Todos y cada uno de ellos aparecen ante el pequeño lector con formas suaves y dulces sonrisas. Gruber sin duda sabe captar la ingenuidad en contornos acariciables. Pero quizá lo que más llama la atención de los pequeños y diferencia a esta colección son los troqueles de forma circular que aparecen en cada una de sus páginas. El padre habrá de colar uno o dos deditos por ellos para simular el movimiento de orejas de perro o antenas de las abejitas, la trompa del elefante o la cola del gatito.

Miren siempre la edad  recomendada de los libros que regalen a sus hijos para que no les pase como a mí y se queden sin dedos con algún título para niños de a partir de 18 meses. Álvaro ha pensado que era más divertido tirar de las antenas y orejitas de los animales con toda su fuerza en vez de escuchar lo que cuenta cada animal. En efecto, aún me duele el anular derecho. No subestimen la fuerza de sus pequeños lectores, pero gocen con libros tan divertidos como éste, que tanto juego pueden dar. Con los troqueles pueden asomar un ojo, la lengua, la nariz y les aseguro que los niños se partirán de risa e intentarán imitarles, aunque no hayan cumplido aún el año.


Hoy de fondo, la primavera en la voz de Eva Cortés y el impecable piano de Pepe Rivero.