lunes

Color y risa

Admito que con el síndrome de anidamiento en su punto más álgido (sí, metimos albañiles en casa estando preñados de 36 semanas) me llegó a poner un poquito nerviosa este "Pintores". Mi afán de control (nunca he tenido la casa tan ordenadita) se quejaba cuando en cierta página de este libro los protagonistas dan rienda suelta a su necesidad de expresión cromática llenándolo todo de pinceladas de acuarela.

Hoy leemos de nuevo "Pintores" con otros ojos. Los nervios han desaparecido. El libro nos ha encantado. Estoy lista para abrazar al pequeño y, sobre todo, lista para aguantar lo que venga durante el parto. Una serena tranquilidad se ha apoderado de mí y la sonrisa de mi rostro supera el tamaño de mi panza. Pero Guisantito, que pesa quizá demasiado para su madre primeriza, ha decidido quedarse conmigo (en mí) unos días más. Yo lo entiendo: lo trato muy bien, para qué engañaros. Le pongo música, paseamos, bailamos, él  tiene mis costillas para patalear y mi vejiga para entrenar golpes de boxeo... ¿Qué más puede pedir? A pesar de la oxitocina de esta mañana el tío ha preferido quedarse acurrucaíco aquí dentro. Es un gesto cariñoso, ¿no os parece? El jueves nos pincharán otra vez para comprobar cómo reaccionamos. Hasta entonces podría anunciar su llegada en cualquier momento y aquí estaré esperándolo, expectante y calmada, imaginando qué color elegiré para manchar de acuarela su piecito y pintar un cuadro con él, el cuadro de "el primer paso azul de Guisantito",  Este libro, escrito por Seung-yeoun Moon e ilustrado por la coreana Suzy Lee, me llama a dejar sus huellas de recién nacido en pintura para recordar siempre lo pequeñito que nació. También me da por imaginar las tardes de sol en el patio, con un delantal cada uno y los pinceles ensuciando el mantel y quizá algo que podría llamarse dibujo en un papel.

Igual que la madre de "Pintores" quiero darle al pequeño una infancia llena de color y juego. Inventaremos nuestra propia isla de serpientes venenosas, seremos indios y arcoriris, piratas y campos de amapolas, seremos juego constante lleno de curiosidad y risa. Y como Chun y Jin mantendremos los ojos abiertos a la imaginación. Papá Guisante nos ayudará a crear nuevos mundos sólo para nosotros. Habrá colores infinitos y metáforas sin inventar. ¿Ves, Guisantito? El mundo de aquí fuera no es tan feo. ¿Cuándo sales a abrazarme?


Y de fondo... Willy Mason y "Save myself"





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Pintores
Seung-yeoun Moon y Suzy Lee
Libros del Zorro Rojo, 2011

3 comentarios:

  1. Aquí estamos, al pie de don Guisantito, que se empeña en no enseñarnos el color de sus ojos. Se ve que tiene claro que nos lo comeremos a besos cuando salga... y se está haciendo de rogar.

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  2. Hola, Mamá Guisante, ¿ha llegado ya Guisantito? Quizá sí, puesto que llevas una semana sin escribir... el 2º nieto de Pedro O. llegó el 31 y en breve le leeré cuentos junto a su hermana. Espero que estéis todos bien.

    Conchi O.

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  3. Estimada Marta,
    Hace tiempo quería haber dejado algún comentario (hiciste una reseña muy generosa a mi libro "Un mundo de abuelos"), pero un día por otro... El caso es que me he dado una vuelta por aquí, y he leído esta entrada tan bella. Me ha emocionado mucho el diálogo, libro mediante, que planeas establecer con Guisantito, y quería felicitar por poseer una mirada tan especial, tan delicada y tan llena de color. Pero creo que estos días hay que felicitarte por cosas aun mejores. Allá va mi enhorabuena y mi agradecimiento por este blog tan delicioso.

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